Vida de
Juan Bosco de los 11 a los 20 años:
El
deseo de estudiar y salir adelante son características en la vida de Juan
durante este período. Para luchar por la realización de sus sueños, tendría que
enfrentarse a los obstáculos que provenían de la situación de pobreza de su
familia y de la oposición de su hermano Antonio que lo prefería en las faenas
del campo. Ni Antonio ni José irían a la escuela. Juan en cambio sí lo hará
gracias a la tenacidad de su personalidad y a la ayuda de su madre.
En
1828 deja I Becchi y
va a trabajar como pastor a casa de la familia Moglia en Moncucco, distante
ocho kilómetros. Desde su niñez, Juan demuestra un espíritu de liderazgo y las
características del que sería su apostolado entre los jóvenes al reunir niños y
jóvenes en los ratos libres y entretenerlos con actos de malabarismo y
anécdotas con mensajes formativos. También comienza en ese tiempo a insistir en
la idea del sacerdocio, hecho este que demostraría con una gran devoción y
asistencia sacramental.
En
noviembre de 1829
Juan se encontraría con un anciano sacerdote, Melchor Calosso, quien admiraría
en el joven su inteligencia y devoción y le prometería ver por sus estudios,
pero murió el 21 de noviembre de 1830. Con la
perspectiva del matrimonio de su hermano Antonio, Margarita divide la propiedad
y deja la casa de I Becchi a su hijastro mientras ella va a vivir con José a
Sussambrino. Este acontecimiento posibilita que Juan pueda asistir por fin a la
escuela en Castelnuovo, lo que hizo que el muchacho
tuviera que caminar cinco kilómetros cuatro veces por día.
El
4
de noviembre de 1831
comienza sus estudios secundarios en Chieri, a 12
kilómetros de Castelnuovo de Asti y para pagar las 12 liras mensuales, Juan
recorre las aldeas pidiendo ayudas, sin embargo, su memoria prodigiosa y su
dedicación al estudio, bien lo hacen centro de aprecio en la región. Al
realizar diversos trabajos para pagarse sus estudios, Juan aprende pastelería,
sastrería,
ferretería,
zapatería y
muchos otros oficios que después le servirían para sus muchachos. Se convierte
además en maestro del teatro, música, prestidigitación y funda un movimiento juvenil al que
llama «La Sociedad de la Alegría». Es promovido
varias veces en el colegio y es sin duda el mejor estudiante.
Preocupado
por sus escasos recursos económicos que le imposibilitaban seguir la formación
sacerdotal, Juan decide ingresar en los franciscanos
el 18 de
abril de 1834.
Su decisión cambió radicalmente debido a un sueño en donde veía frailes que lo
desaconsejaban de ello. Con la orientación del padre José
Cafasso y la ayuda del padre Cinzano, Juan ingresó en el Seminario Diocesano de
Chieri el 30 de octubre de 1835, tenía 20 años.
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